Hay escenas que pasan a los anales de la historia por la calidad que destilan. Quizás veamos algunas en un momento determinado y pensemos que hemos encontrado una de ellas. Por desgracia escasean si nos atenemos a la proporción de películas que se estrenan. O por lo menos hay que mirar con lupa y sólo el tiempo puede ser lo único que decante que el público la reconozca al pasar los años.
Así a bote pronto, si tengo que poner un ejemplo, siempre recordaré el final de la película “Dos Hombres y un Destino”. Con Newman y Redford hablando mientras estan sitiados y saliendo con las armas en mano sin posibilidad alguna. La imagen congelada y el sonido de fondo dejando entrever el trágico final de ambos personajes. Un gran final y una gran escena. Y habría muchas más, es lo bueno de que se hayan hecho miles y miles de películas desde que se inventó el cine.
Como siempre, cada uno valorará y comentará las que más le gustan. Yo abro esta sección para que de vez en cuando se muestre y se recuerde algunas de las mejores escenas que hemos visto.
El Silencio de los Corderos nos mostró dos personajes, Hannibal Lecter y Clarice Starling. Los actores (Anthony Hopkins y Jodie Foster) que los interpretaban ganaron el premio de la academia de Hollywood, el Oscar vamos!, merecida e indiscutiblemente. Lo bordaron.
La primera escena en la cual ambos estuvieron juntos en pantalla fue una obra de arte. Igual de mérito habría que atribuirle a Jonathan Demme como a los actores. El ambiente que respiraba Clarice invadía al espectador en todo momento en esa sección para asesinos psicópatas. Ver a Hannibal, de pie, esperándola fue algo que todavía lo recuerdo cuando fuí al cine. El principio cinematográfico de un personaje que tuvo una secuela y dos precuelas.
Lo bueno de la actuación de Hopkins era que aterraba en todo momento. No hacía falta un psicópata asesino que iba con cuchillo en mano degollando a la próxima víctima adolescente, ni uno que preparaba trampas elaboradas hasta límites insospechados. No, simplemente aterraba con su mirada y su forma de hablar. Era normal, muy normal que Clarice se sintiese intimidada y violada por su primera conversación con el caníbal más famoso del mundo.
Se asistió a una de las demostraciones más palpables en cuanto a terror psicológico que se haya podido ver. Ponerte en la situación de la protagonista te hacía pensar en como habría reaccioando cada uno. Hannibal estaba encerrado, no podía hacer daño físico, pero era el que dominaba la situación y él lo sabía.
Igual da que haya visto la película seis o siete veces. Siempre me pone la piel de gallina el primer encuentro entre Hannibal Lecter y Clarice Starling. Y eso es algo que da que pensar. Calidad interpretativa a raudales. No os quepa duda.
Fdo: Snake
